sábado, 24 de enero de 2015

¿POR QUÉ QUIERO SER ENFERMERA?

 

“La responsabilidad fundamental de la enfermera tiene tres aspectos: Conservar la vida, aliviar el sufrimiento y fomentar la salud”


Hace algunos dias, recibí un mail en el que hablaban de los peores aspectos de nuestra profesión de una manera chusca y con aseveraciones sarcasticas así como: " estudio enfermería porque me gusta que los familiares de mis pacientes me griten, me falten al respeto y me maltraten, o porque a pesar de todo el esfuerzo que hagas en tu turno, para los demás tu no sirves para nada, porque me encanta cenar cuando está amaneciendo, porque es interesante ir de vacaciones cuando nadie más puede ..." y muchas cosas más; realmente me reí mucho al leer este correo y quise compartirlo con un amigo muy cercano, y tambien muy sincero, el cual en vez de asfixiarse de risa como yo lo habia hecho minutos antes me preguntó ( no recuerdo muy bien la pregunta así q la haré lo más parecida posible) : "¿puedes repetirme por qué quieres ser enfermera? todo lo que dice el mail, son cosas por las que realmente tienes que pasar y ¿aún así quieres hacerlo? ¿te ries de lo patética que será tu vida?...." y en ese momento aun estando segura de que enfermería ES lo que quiero estudiar no supe que contestar...
Algunos dias despues, analizando bien las cosas recordé porque esas situaciones desagradables no desaparecian mis deseos de ser enfermera...
La enfermería es amor al prójimo, amor a los demás, a lo que hacemos, porque una enfermera no es sólo una mujer que viste de blanco y presume cintas a lo largo de su cofia, una enfermera es un ser humano integro, que comprende las necesidades y sentimientos de su paciente, es una proveedora de cuidados, de comprensión, amabilidad, afecto y solidaridad.
Lo más gratificante de ser enfermera no es el sueldo que llega a tu bolsa, pues nos vamos con las manos llenas de las palabras de gratitud y las muestras de afecto derramadas de los ojos de una madre agradecida por haber limpiado la herida de su pequeño, o la mirada cálida de un esposo que deposita toda su confianza en ti, mientras atiendes a la mujer que lleva a su hijo en el vientre, o mejor aún, el apretón de dedos de un bebé que no ha salido aún de cuneros; esos son los momentos que hacen de nuestra carrera una carrera gratificante, emocionante y sobre todo humana. Por lo tanto, ninguno de los aspectos negativos de esta profesión puede compararse con lo bien que se siente ayudar y aliviar...

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